Por Ricardo Leguizamón / La historia entrerriana merecía que alguien la cuente con una prosa cuidada, con datos, fechas, personajes, las herramientas imprescindibles de cualquier relato histórico, pero también con la belleza literaria que sólo pocos pueden hacerlo.
Jorge Riani buscó eso con Entre Ríos Secreta. Y lo logra. De un modo paciente, trasciende la efeméride, acerca los personajes, redescubre la historia, y todo eso –todo eso– sin olvidar las claves de la buena escritura.
Un mestizaje de estilos. Eso consigue.
No duda Riani en tomar las herramientas del folletín para crear climas, atrapar al lector, y lo hace a veces –muy seguido– desde el título mismo del texto. El secreto mejor guardado de Santos Domínguez y Benguria es, además de un hallazgo histórico, una revelación literaria.
La dura batalla de una esclava por conseguir la libertad, también.
Y no teme adentrarse en las aguas riesgosas de la duda cuando cuenta la muerte violenta del padre Lorenzo Cot, el confesor de Urquiza.
Pero hay una certeza, siempre presente: no olvida Riani –no lo olvida en ningún momento– las herramientas básicas del mejor cronista, siempre las tiene a mano: el detalle milimétrico, la observación atenta, sostener la respiración para volcar todas las fuerzas en mostrar, del mejor modo, al personaje.
Así con la primera médica entrerriana, Teresa Ratto, cuya imagen se encuentra Riani recorriendo la biblioteca del Colegio Histórico del Uruguay: Teresa Ratto, cabellos negros, ojos que interpelan con una mirada profunda pero serena, la sonrisa insinuada siempre presente, observa desde el retrato. La luz acuosa y amarillenta de las lámparas, en fila, sobre las mesas de lectura en la biblioteca del Colegio del Uruguay permite descubrir su imagen.
Los textos, pensados inicialmente para aparecer en un diario, tienen la fuerza y la hondura necesarias para integrar un libro, este libro, que salda una deuda: tener una historia provinciana escrita sin excesos, pero bellamente escrita.
Entre Ríos Secreta parte de una antojadiza selección de situaciones y personajes, y descubre otra historia.
Una historia amena, amigable, que se detiene mucho en las anécdotas para sostener con fuerza la investigación.
La apedreada que soportó el obispo José María Gelabert y Crespo, en Concepción del Uruguay, es el modo que escoge Riani para contar la dura disputa de los gobiernos por recortar poder a la Iglesia en la vida de la sociedad civil.
La madre del Che, Garibaldi, Darwin, Urquiza, la masonería, la Iglesia, y los personajes célebres que alguna vez transitaron Entre Ríos están aquí, redescubiertos con la luz incisiva de un cronista atrapado por la historia.
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