martes, 6 de septiembre de 2022

UNA BUENA NOTICIA, UNA OPORTUNIDAD Y UN RIESGO...

 

Por José Antonio Artusi

El 24 de Agosto pasado integramos con Adriana Taller y Oscar Bragos el panel en el taller sobre instrumentos de gestión urbanística que tuvo lugar en la Universidad de Concepción del Uruguay, en el marco del proceso de revisión del código de ordenamiento urbano de la ciudad. Comencé mi presentación comentando una buena noticia, y señalando que ésta abría tanto una oportunidad como un riesgo. La buena noticia es la siguiente: “Avanzan en la remodelación integral del Boulevard Yrigoyen. La Municipalidad de Concepción del Uruguay anunció una inversión de 170 millones de pesos, realizada entre el municipio y el gobierno provincial”.

Cuál es la oportunidad? Que se aprovechen esta y otras obras como el eslabón inicial de una cadena que permita la recuperación y reinversión de la valorización de las parcelas que van a ser beneficiadas con esa inversión. Se lograría de esa manera poner en marcha un círculo virtuoso en el que la obra pública no genere “ganancias no ganadas” sino que pueda obtener recursos genuinos para financiar el desarrollo urbano sin tener que recurrir a impuestos y tasas regresivos y distorsivos que agobian a los contribuyentes, sobre todo a los que no se ven beneficiados directamente por tales inversiones. Y cuál es el riesgo? Precisamente la contracara de la oportunidad. Que el suelo se valorice como consecuencia de las acciones públicas sin que se recuperen dichas plusvalías generadas sin intervención ni esfuerzo de los propietarios. Y que se concrete el fenómeno del círculo vicioso que algunos autores denominan la “paradoja de las infraestructuras”. Esta consiste en un proceso que se retroalimenta y en el que las comunidades crean infraestructura para facilitar el desarrollo urbano; la infraestructura “infla” el precio del suelo bien servido; los precios más altos del suelo empujan a desarrollar suelo más barato, pero más alejado, y así sucesivamente; las comunidades van detrás de los nuevos desarrollos periféricos con más infraestructura, pero nunca alcanza. La dispersión resultante deteriora el ambiente, crea una enorme dependencia del automóvil, tensiona los presupuestos públicos, fomenta la especulación y encarece el suelo, empeorando las posibilidades de acceder a una vivienda digna y bien localizada.

En el Documento de Política Nacional Urbana de la República Argentina, de 2018, se señala con claridad meridiana que “la ausencia del Estado en la planificación y la gestión territorial ha contribuido a la expansión urbana de baja densidad y a la consolidación de un mercado de suelo urbano caracterizado por la usurpación, la especulación y la desigualdad. La escasez de instrumentos que regulen el mercado de suelo, junto con instrumentos de gestión local ineficientes e instituciones debilitadas, han favorecido el desarrollo de ciudades desiguales, socialmente excluyentes, espacialmente segregadas y ambientalmente insostenibles. En las últimas décadas, el déficit habitacional en Argentina se ha incrementado, los mecanismos de acceso al crédito han resultado insuficientes y los asentamientos informales se han convertido en la principal estrategia de acceso al suelo y a la vivienda de los sectores de menores ingresos. Asimismo, el surgimiento de barrios cerrados no sólo da cuenta de un modelo de ciudad fragmentado socio-espacialmente, sino que su localización en áreas ambientalmente frágiles y vulnerables ha generado un alto impacto ambiental”. El BID, por otra parte, enumera en un documento sobre ciudades emergentes una serie de problemas comunes en ciudades latinoamericanas, que en mayor o menor medida se presentan en la nuestra: crecimiento desordenado, falta de definición entre lo urbano y rural, ciudades poco densas, gran cantidad de vacíos urbanos, asentamientos marginales en áreas vulnerables, segregación e injusticia social, déficits de áreas verdes y espacio público, déficits de movilidad, agua y saneamiento, etc. En el mismo documento se plantea un esquema de lo que podría ser un círculo virtuoso del financiamiento del desarrollo urbano por recuperación de plusvalías, en el que la acción pública en inversiones en infraestructura y en acciones regulatorias genera un incremento en el valor del suelo. Estas plusvalías urbanas pueden, y deben, recuperarse a través de diversos instrumentos, tanto de tipo tributario como no tributario, permitiendo por lo tanto obtener recursos para nuevas inversiones en otros proyectos.

Es aquí donde el proceso de revisión del código de ordenamiento urbano de Concepción del Uruguay se muestra como una enorme oportunidad. Esta consiste en complementar los tradicionales indicadores que determinan condiciones para la subdivisión, ocupación y uso del suelo con un sistema de instrumentos de gestión urbanística que permitan “hacer que las cosas sucedan”, tal como se expresaba en la convocatoria al taller. Esta “caja de herramientas” podría constar de instrumentos tradicionales y de amplia aceptación y extendida utilización, tales como la contribución por mejoras o la penalización al suelo vacante en áreas consolidadas, y otros más disruptivos e innovadores, como la concesión onerosa y optativa de edificabilidad adicional o las cesiones de suelo por cambios en su clasificación. Es importante tener en cuenta que los instrumentos no deben utilizarse aislados, sino combinados de manera sistemática, y que cada uno responde a diferentes objetivos y situaciones. En conjunto deberían servir para financiar un fondo de desarrollo urbano para infraestructura, equipamiento, espacios verdes, movilidad y viviendas.   

La otra oportunidad que deberíamos aprovechar consiste en incluir en el propio texto del nuevo código un régimen institucional permanente del sistema de planificación y gestión del ordenamiento territorial, que evite que estemos cada tanto lamentándonos de que no planificamos y de que las normas han quedado desactualizadas, y que tengamos que recurrir por lo tanto de manera espasmódica a nuevos y discontinuos procesos de planificación. En el urbanismo, como en la salud, más vale prevenir que curar, y la salud se cuida y promueve todos los días. Concepción del Uruguay tiene todo para aspirar a tener uno de los códigos de ordenamiento territorial más innovadores y exitosos de la Argentina. Una importante tradición planificadora desde 1983, más allá de las interrupciones y de los fracasos, universidades, recursos humanos, una sociedad civil movilizada. No dejemos pasar esta oportunidad.-


Publicado en el diario La Calle el día 4 de Agosto de 2022.- 

miércoles, 31 de agosto de 2022

NO NOS HAN VENCIDO

Por José Antonio Artusi

Itatí Schvartzman publicó en el semanario “Respuestas” una columna titulada “No lo han vencido”. Tras darnos una clase de historia y literatura que recomiendo leer, la autora finaliza expresando que “Salman Rushdie:  el niño nombrado en honor a Averroes – el mismo Averroes citado por Dante, por Jorge Luis Borges, por Eduardo Galeano y por el propio Rushdie – el autodenominado “ateo de línea dura”, el conocido dueño del infatigable humor, el amante de la vida que dedicó su obra a escribir sobre migraciones y discriminaciones, el valiente intelectual que combatió a Reagan, a Bush y a Trump tanto como a los fanatismos religiosos y a las falsificaciones extremistas del islam, el escritor que fundó el festival “Voces del Mundo” con el objetivo de romper la tendencia cultural hegemónica estadounidense, el intelectual que apoyó toda lucha libertaria y denunció la situación de las mujeres en los países bajo regímenes musulmanes el pasado 12 de agosto en Chautauqua, Nueva York en el escenario en el cual se presentó a abogar por otros escritores perseguidos y a solicitar se los asile, fue apuñalado por un simpatizante del gobierno iraní infectado de abominación y fanatismo. Mientras Salman Rushdie está peleando por su vida, mientras se desconoce si podrá volver a ver y a utilizar su mano con la que nos enseñó a luchar con palabras magistralmente enlazadas de historia, de magia y de humor a favor de la vida contra los esbirros de la muerte, su familia declaró “no le han quitado el humor, así que no lo han vencido”.” (https://semanariopreguntas.wordpress.com/2022/08/17/no-lo-han-vencido-itati-schvartzman/)

Rogelio Alaniz lo expresó con claridad: “Rushdie está luchando por su vida. Hay indicios de que los islamofascistas no se saldrán con la suya, pero las heridas infligidas a un hombre de 75 años dejarán sus huellas. Por lo pronto, el gobierno de Irán se hizo el desentendido, pero sus diarios y sus voceros festejaron el atentado criminal. Como uno de los ojos de Rushdie corre peligro, a un periodista iraní no se le ocurrió algo más espiritual que escribir "Se ha cegado a uno de los ojos de Satanás". Chicos dulces, piadosos y encantadores. Pero dejemos por un rato a los seguidores de Alá y volvamos a Occidente. La pregunta ya se hizo cuando el atentado criminal contra los editores de la revista Charlie Hebdo: ¿Acaso no es justo castigar a quienes se burlan de sentimientos religiosos profundos? Nuestro Papa dijo que si insultan a mi madre tengo derecho a defenderla con los puños. Cierta izquierda también se dio sus gustos. Como el enemigo es el imperialismo anglosajón, todo lo que vaya en contra del moderno Satanás está bien, incluido las variantes más feroces y reaccionarias del oscurantismo religioso. A veces establecen algunas mediaciones en su discurso, pero son prisioneros de una ideología alienada que niega valores constitutivos de una tradición de izquierda que alguna vez pretendió ser ilustrada”. (https://www.ellitoral.com/opinion/opinion-salman-rushdie-islam-atentado-ataque-brutal-herido-intento-asesinato-estados-unidos-islamico_0_HlbnINZYIG.html?fbclid=IwAR38jt6wdILnaXVi48Sb5QeJ025orMTtI0nK9IWSGjcV-5n7jqUgNy-XIVs)

Es imperioso recordar que, como señala Andrea Calamari, “cuando la condena apareció, el escritor publicó un comunicado en el que defendió su derecho a escribir historias. «Lamento no haber escrito un libro más crítico», dijo Salman Rushdie y defendió su derecho a contar las historias que le vienen en gana. No se disculpó y muchos se lo reprocharon. Le gusta meterse en problemas. Se lo buscó. Quiere llamar la atención. Es un provocador. Por lo bajo o en voz alta algunas personas, incluso colegas, apuntaron contra Rushdie y no contra Jomeiní… Al principio, la historia de Salman Rushdie, su libro y los lectores ofendidos, para muchos no fue más que un suceso puntual, una particularidad producto de una serie de malas decisiones, equívocos e interpretaciones literales. Nada que no se pudiera solucionar con una disculpa. Pero la condena a muerte a Rushdie fue el mirlo de una invasión. Lo dejamos posarse como si nada, vimos llegar a los que vinieron atrás y finalmente acá estamos: treinta y tres años después, un cuchillo atraviesa la garganta de un escritor, empuñado por la intolerancia teocrática y el integrismo religioso. Lo que pocos advirtieron en aquel momento, cuando se estaba terminando el siglo pasado, es que ese primer mirlo en el trepador no era un coletazo del pasado sino el augurio de estos tiempos”. (https://www.jotdown.es/2022/08/en-defensa-de-salman-rushdie/)

Suscribo las expresiones de los autores que he citado, que ponen en palabras mis propios pensamientos, pero siento la necesidad de manifestar algo más. Por un compromiso ineludible con la causa universal de los derechos humanos, pero también por interés. Porque quiero vivir en una sociedad en la que estas aberraciones se condenen como corresponde. Porque la indiferencia, y a veces hasta la complicidad y la justificación de la barbarie, pueden engendrar en todos lados, acá también, huevos de serpientes frente a los que hay que reaccionar a tiempo. Anhelamos y necesitamos que Salman Rushdie no esté solo. Es necesario que podamos decir que a nosotros tampoco nos han quitado el humor, así que no nos han vencido.-  


Publicado en el diario La Calle el día 28 de Agosto de 2022.- 

miércoles, 17 de agosto de 2022

ELIMINAR EL IMPUESTO A LOS INGRESOS BRUTOS

Por José Antonio Artusi

Los datos publicados en la página oficial de la Provincia de Entre Ríos referidos a la ejecución presupuestaria del primer semestre nos permiten hacer algunos análisis y consideraciones que confirman, lamentablemente, algo que no constituye ninguna novedad, y que afirmábamos el año pasado: Entre Ríos es una provincia que recauda mal y gasta cada vez peor. Pero hoy nos centraremos en la recaudación.

Decíamos el año pasado que “uno de los datos novedosos es el insólito superávit que exhiben las cuentas públicas del fisco entrerriano”.  La provincia pudo exhibir un resultado financiero positivo de alrededor de 2000 millones de pesos en 2020, tras una década de déficits constantes, y de más de 18.500 millones en 2021. En el primer semestre del 2022 el superávit supera los 11.500 millones.

Decíamos también, y reiteramos ahora, que “este superávit es mentiroso porque se explica, entre otros factores, por el atraso salarial del sector público provincial y por la crónica subejecución de la inversión en obra pública y bienes de capital. Ambos tendrán consecuencias gravosas y repercutirán negativamente, afectando las posibilidades de emprender un camino de crecimiento y desarrollo sostenible”.

Volvamos a la cuestión de la recaudación. El impuesto a los ingresos brutos, el más regresivo y distorsivo de todos, representó en 2015 el 62,40 % de la recaudación de impuestos provinciales. Desde hace años, la incidencia de esta absurda gabela medieval en la recaudación propia muestra una tendencia a aumentar. Es así que en el primer semestre de este año significó el 67.41% de la recaudación propia, en términos absolutos unos $ 28.152 millones.      

En una publicación del Consejo Empresario de Entre Ríos se sostiene, con razón, que el impuesto a los ingresos brutos “es más regresivo desde el punto de vista de la distribución del ingreso y más distorsivo desde el punto de vista de los incentivos a la producción y a la productividad. Perjudica la distribución del ingreso porque recae sobre los consumidores sin discriminar por su nivel de ingreso, perjudica la producción porque impone un sobreprecio no productivo a los bienes y servicios intermedios, y perjudica la productividad porque castiga la división del trabajo”.

En 2017 el diputado Eduardo Conesa presentó un proyecto de ley para implementar una profunda reforma tributaria, articulando los niveles nacional y provincial. En los fundamentos de esa iniciativa el Dr. Conesa afirmaba que “debido a su carácter multifásico y acumulativo a lo largo de toda la cadena productiva, el impuesto a los ingresos brutos genera discriminación en perjuicio de los bienes y procesos que requieren gran número de etapas, induciendo artificialmente a adoptar modos de organización empresarial que busquen economizar el impuesto a través de la reducción del número de etapas, es decir, a través de la integración vertical, en algunos casos en desmedro de la eficiencia y productividad. Desde el punto de vista económico, genera un efecto piramidal que incrementa el costo de los bienes y servicios y que, en definitiva, es soportado por los consumidores finales. Este efecto de piramidación se genera cuando los agentes económicos buscan mantener en términos relativos el mismo margen de utilidad respecto de sus costos, los cuales incluyen al impuesto. Si bien la posibilidad de que los agentes económicos mantengan el mismo margen de utilidad en términos porcentuales respecto del precio de compra dependerá del mercado (de la elasticidad precio de la demanda del bien), lo importante es resaltar que la piramidación es un resultado no deseado en economía… la eliminación del impuesto a los ingresos brutos en todas las jurisdicciones del país permitiría una rebaja promedio en los precios de los bienes de consumo del orden de un 6,13% con un máximo de 9% y un mínimo de 3,5% y un desvió estándar del 1,3%. Pero si ponderamos los rubros de la matriz insumo producto utilizando las ponderaciones que actualmente utiliza el INDEC para calcular el índice de Precios al Consumidor, el impacto en la canasta del IPC sería mucho mayor, alcanzando el 12,38%. Por consiguiente, se ratifica que la adopción de esta propuesta traería una considerable mejora en los salarios reales de los trabajadores del orden del 12% basada en una genuina mejora de la eficiencia y la productividad de la economía. Los impuestos a los ingresos brutos constituyen una carga que desalienta a los exportadores pues no se reintegra a ellos, como es caso del IVA… son gabelas que retrasan el crecimiento económico, disminuyen los salarios reales y frenan la actividad económica.” En su libro “Economia Política Argentina”, Eduardo Conesa agrega que “lo lamentable es que el nuevo gobierno asumido el 10 de Diciembre de 2019 autorizó a las provincias por ley a aumentar el impuesto a los ingresos brutos, lo cual significa bajar los salarios reales y desalentar las exportaciones… En otras palabras, el impuesto provincial a los ingresos brutos es un desastre regresivo antipopular y antidesarrollo”.

El consenso fiscal logrado por el gobierno del Presidente Macri en 2017 fue un evidente y notorio avance en este sentido, tendiente a reducir las alícuotas de este pésimo tributo. Lamentablemente el gobierno de Alberto Fernández ha revertido ese avance. Pero algún día habrá que eliminarlo, por completo y para siempre, para todas las actividades económicas. Y se puede, como podrá comprobar quien analice los argumentos y las cifras expuestos por el Dr. Eduardo Conesa en su proyecto de ley y en su libro.-


Publicado en el diario La Calle el día 14 de Agosto de 2022.- 

martes, 26 de julio de 2022

EL CENTRO CULTURAL URQUIZA PRESENTÓ SU INICIATIVA PARA CONCRETAR EL MUSEO DE LA ORGANIZACIÓN NACIONAL


Tuvo lugar el pasado día Viernes en el salón del Club Social de Concepción del Uruguay el acto de presentación de la iniciativa del Centro Cultural Urquiza para concretar el Museo de la Organización Nacional en la casa que fuera del primer presidente constitucional argentino, Justo José de Urquiza.

En representación del Sr. Gobernador de la Provincia, Cdor. Gustavo Bordet, que hizo llegar una salutación a la que se dió lectura, se hizo presente la Secretaria de Cultura, Francisca D´Agostino. Concurrieron al acto, entre otras autoridades, el Presidente Municipal Dr. Martín Oliva, el ex Presidente Municipal Dr. José Eduardo Lauritto, funcionarios municipales e integrantes de todos los bloques del Honorable Concejo Deliberante local, intendentes de localidades vecinas, las diputadas nacionales Gabriela Lena y Sabrina Ajmechet y el diputado provincial Jorge Satto. También asistieron numerosos representantes de diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil de la ciudad y la región. Ante una concurrencia que desbordó el salón, y tras las palabras de bienvenida por parte de la Presidenta del Club Social, Dra. Andrea Cabrera, se dio inicio formalmente al acto con las palabras del Dr. Fidel Rodríguez, Presidente de la sub comisión del Centro abocada a impulsar el proyecto del Museo, y del Lic. Hugo Barreto, Presidente del CCU, quien mencionó y agradeció a las más de 60 instituciones que hicieron llegar su apoyo explícito a la iniciativa. Posteriormente se brindó una presentación en la que la Profesora Luisa Baggio, con la ayuda de banners y audios, mostró algunos de los contenidos y temas que deberían dar vida al futuro museo. 

Cabe recordar que la propuesta del CCU para concretar el Museo cuenta con el aval de diversas iniciativas legislativas; un proyecto de declaración de la diputada nacional Gabriela Lena con dictamen favorable de la Comisión de Cultura, y sendos proyectos de declaración del diputado provincial Jorge Satto y de comunicación del Senador del Departamento Uruguay Horacio Amavet, aprobados por las respectivas cámaras. El Honorable Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay también se ha pronunciado a favor de la concreción del Museo de la Organización Nacional en la casa de Urquiza, declarándolo de interés municipal. La diputada Sabrina Ajmechet por su parte, tras el acto manifestó su apoyo al proyecto señalando que “la idea de este sueño es crear un museo en el que todos los argentinos tengamos un lugar para recordar los inicios de nuestra Patria”, y enfatizó que “lo queremos ver hecho realidad”.     

El Centro Cultural Urquiza agradece la presencia de quienes nos acompañaron y todas las adhesiones y salutaciones recibidas. Manifestamos un agradecimiento especial al Club Social y a las empresas que colaboraron desinteresadamente en la organización del acto, Río Uruguay Seguros y Multipago. Esos avales alientan y motivan a seguir redoblando esfuerzos en pos de concretar el sueño de tener en el centro de la Capital Histórica de Entre Ríos y Cuna de la Organización Nacional un museo digno de nuestras mejores tradiciones y a la vez un museo del siglo 22, un museo que nos ayude a construir el futuro de nuestro rico pasado.-     

 

 

Hugo Barreto

Presidente del Centro Cultural Justo José de Urquiza

miércoles, 20 de julio de 2022

EL MAL LLAMADO "SALARIO BÁSICO UNIVERSAL" ES UNA PÉSIMA IDEA

Por José Antonio Artusi

Legisladores oficialistas han presentado un proyecto de ley para crear lo que denominan, incorrectamente, “salario básico universal”. Comencemos por lo obvio; es imposible encarar un debate serio sin ponernos de acuerdo en el significado de las palabras. El SBU, contrariando su propio nombre, no es universal; además no es incondicional ni individual, y por lo tanto no tiene nada que ver con otra idea que sí tiene esos atributos esenciales, el ingreso básico universal o ingreso ciudadano. El SBU surge, más allá de los ropajes seudo progresistas con los que se lo viste, y más allá de las imposturas del lenguaje, de una matriz de pensamiento conservador y paternalista, antiliberal. Diseñar políticas públicas basadas en esa matriz populista y demagógica sólo llevará a profundizar nuestro atraso y a condenar a los pobres a situaciones de sometimiento y falta de oportunidades de verdadera integración y movilidad social ascendente.  Los privará de los beneficios de una democracia plena, entendida – siguiendo a Hipólito Yrigoyen – como aquella que no sólo garantiza las libertades políticas sino que entraña a la vez la posibilidad para todos de poder alcanzar un mínimum de felicidad siquiera. Y está claro que la posibilidad de alcanzar ese mínimo de felicidad está indisolublemente unida al acceso a las condiciones materiales de la libertad.

Afortunadamente han surgido algunas voces lúcidas a denunciar las falacias de la propuesta y a mostrar alternativas. Daniel Nieto sostiene que “la propuesta del “salario básico universal”, que empuja en estos días el Frente de Todos en el Congreso, no tiene otro objetivo que organizar en los márgenes del sistema económico la regimentación de los trabajadores informales en el marco de las propias organizaciones sociales, que pasarían a ocupar el rol de ser la contraparte patronal del “salario universal”. No hay nada de progresista en esta propuesta, más emparentada con la organización medieval del trabajo y con formas de dominación social pre modernas. Un modelo de este tipo es claramente disfuncional para la integración social de los sectores informales, ya que los aísla del mercado de trabajo formal y los condena a una existencia tutelada por las organizaciones”. (https://seul.ar/planes-sociales-organiz/). Hace casi un año, este mismo autor alertaba que “la tesis del “empleo garantizado” o de “salario universal” no es muy distinta a lo que ya fracasó en los modelos colectivistas construidos por el stalinismo en el siglo XX o las corporaciones de trabajo del medioevo en las que se inspiran los pensamientos eclesiásticos sobre el trabajo…” (https://seul.ar/planes-sociales/). 

Rubén Lo Vuolo, por su parte, argumenta “que este tipo de programas consolida la segmentación social, estigmatiza a las personas beneficiarias de asistencia, al tiempo que sigue construyendo mecanismos de control social que dividen y enfrentan a la propia fuerza laboral. Es un modo de regulación “estática” de la pobreza y el empleo precario que, en lugar de “integrar” la protección social de la fuerza laboral, fragmenta programas según criterios arbitrarios del poder político” (https://www.eldiarioar.com/opinion/salario-basico-universal-notas-proyecto-ley_129_9079871.html)   

El ingreso ciudadano – conceptualmente en las antípodas – es la verdadera alternativa al SBU y es mucho más que un programa temporario de ayuda, no es un "plan", ni una dádiva, ni un subsidio, sino una política pública permanente que responde a un derecho de ciudadanía, universal e incondicional, justificado de manera brillante por Thomas Paine a fines del siglo XVIII.

El empleo precario garantizado para algunos, que de eso se trataría el SBU, con remuneraciones que con suerte sólo permiten no caer en la indigencia, implica profundizar la dependencia y el clientelismo. Su implementación agravaría la segregación y la exclusión de los más vulnerables, además de hacerlos caer en la “trampa de la pobreza”, fenómeno que se advierte claramente cuando los beneficiarios de los “planes” son desalentados a buscar empleos formales, condición que los haría   perder el beneficio, condicionado precisamente a su permanencia como pobres o desocupados. Estar obligado a aceptar, para poder subsistir, un remedo de empleo, realizando alguna tarea poco productiva que puede probablemente automatizarse, en condiciones inseguras o insalubres, sujeto a la discrecionalidad del jefe de turno; es denigrante, no construye ciudadanía ni brinda posibilidades de desarrollo humano integral, y acerca al término “trabajo” a su ominoso origen etimológico, más que al significado virtuoso que tiene el trabajo productivo y socialmente útil: la palabra trabajo viene de trabajar y esta del latín tripaliare. Tripaliare viene de tripalium, un yugo hecho con tres palos en los cuales amarraban a los esclavos para azotarlos.

Aldo Isuani lo resumió así en Twitter: “Salario universal pero para pobres; asignación por hijo universal pero para pobres; la salud pública universal pero para pobres; la educación pública universal pero cada vez más para pobres. Qué concepto tan raro tiene el kirchnerismo sobre lo que es universal!”,

Un verdadero ingreso ciudadano, individual, universal en serio e incondicional, en cambio, promovería el trabajo digno – en sentido contrario a lo que generalmente se cree – y sería un instrumento eficaz al servicio de la posibilidad real de ejercer derechos económicos y sociales desde una perspectiva de autodeterminación y libertad.

Llamemos a las cosas por su nombre, para que los rótulos mentirosos no nos engañen. El SBU es una trampa. Cuanto antes nos demos cuenta, mejor.-


Publicado en el diario La Calle el día 10 de Julio de 2022.- 

lunes, 30 de mayo de 2022

En Concordia, la UCR de Entre Ríos debatió los lineamientos para un plan estratégico de desarrollo provincial



Se desarrolló un nuevo evento de Planificación Estratégica para el Desarrollo de Entre Ríos que lleva adelante el Radicalismo provincial junto al rectorado y los comités departamentales y locales. Este sábado 28 de mayo en el Centro de Convenciones de Concordia, alrededor de 250 correligionarios se congregaron en el cuarto encuentro regional correspondiente a los departamentos de Concordia, Colón, Villaguay y San Salvador.

La jornada de trabajo  se desarrolló con la metodología de la planificación estratégica situacional a través de 12 comisiones que se abocaron a estudiar y debatir los principales obstáculos que impiden el desarrollo de las oportunidades para los entrerrianos, así como posibles estrategias de políticas para transformarlos. Paralelamente a estos grupos de trabajo, funcionó un grupo que abordó la temática específica del sector Salud que se dedicó a profundizar el análisis de la situación sanitaria en la región y en la provincia.

Como parte de la riqueza de este gran proceso de debate radical, el sábado se encontraron ex Rectores del Instituto de Políticas Públicas y Formación Política de la UCR ER quienes, junto al actual rector, Marcelo Monfort, destacaron la historia reciente de actividades de formación partidaria y ciudadana. También, en la jornada tuvo lugar una nutrida reunión del Foro de Abogados Radicales quienes adelantaron algunas líneas de análisis sobre la dimensión jurídica que debe atender el Plan de Desarrollo del radicalismo.

Estamos convencidos de que ya no hay tiempo para improvisaciones y de que no se gobierna lo que no se conoce. Este proceso de planeamiento es virtuoso por cuanto convoca al pleno de su vida interna partidaria a participar y comprometerse en la construcción colectiva de un programa  ambicioso que tenga por objetivo el diseño de una provincia que todos nos merecemos tener así como también mueve a otros niveles de trabajo partidario y de gestión a dedicarse a planificar en política.

Agenda de planificación

El próximo compromiso de planificación de los radicales tiene fecha para el 25 de junio próximo cuando los departamentos de Uruguay, Gualeguaychú, Tala e Islas del Ibicuy se reúnan en la Histórica para analizar las problemáticas provinciales y regionales y formulen sus propuestas desde el ideario radical.

 

Comité Provincial UCR Entre Ríos – Rectorado – Equipo Coordinador

viernes, 13 de mayo de 2022

NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO EN LA CIUDAD QUE QUEREMOS

El Centro Cultural Urquiza valora el proceso de revisión del Código de Ordenamiento Urbano de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, en el entendimiento que es absolutamente necesario y de que constituye una oportunidad que debería aprovecharse adecuadamente para algo más que una mera reforma de la normativa, o sea poner en marcha un sistema que permita planificar y gestionar exitosamente de manera continua el desarrollo urbano de la ciudad. Comprometemos, por lo tanto, nuestra participación y acompañamiento en dicho proceso, en la medida de las posibilidades al alcance de nuestra institución. 

El CCU es una institución abocada al rescate y la valorización en un sentido amplio del legado de Justo José de Urquiza, en sus más diversas facetas y dimensiones. En ese contexto, nos interesa especialmente la protección y el cuidado del riquísimo y muchas veces infravalorado y hasta desconocido patrimonio cultural de la ciudad de Concepción del Uruguay, Capital Histórica de la Provincia de Entre Ríos y Cuna de la Organización Nacional, entre otros títulos que podemos mostrar con orgullo. El patrimonio cultural, tanto tangible como intangible, requiere políticas públicas eficaces y eficientes, que partan del reconocimiento de su importancia y de la necesidad de su jerarquización.

El patrimonio tangible, en especial el histórico, arquitectónico y urbanístico tiene en nuestro medio una especial vinculación con la trayectoria y el protagonismo de Justo José de Urquiza, y se manifiesta en exponentes concretos del espacio público, la arquitectura religiosa, educativa, residencial, productiva, etc. Lamentablemente carecemos todavía de una normativa y de instrumentos de gestión eficaces para la protección y el cuidado integral de nuestro patrimonio cultural. Algunos de sus bienes más valiosos están degradados por falta de adecuado mantenimiento, por usos inconvenientes o por diversos factores. Ese riquísimo patrimonio construido puede y debe cumplir un rol fundamental en la revitalización del centro histórico de la ciudad, con todo lo que ello implica en términos de desarrollo turístico, afianzamiento de la identidad local, promoción de la cultura, mejoramiento de la calidad de vida, etc.

Consideramos que esa necesaria revitalización del centro histórico debe articular de manera armoniosa diversas instancias, tales como el mantenimiento de la mixtura de usos existente, la mejora de la calidad del espacio público y los grandes equipamientos comunitarios de escala urbana, y el rescate y la refuncionalización de exponentes significativos del patrimonio histórico y arquitectónico. Entre ellos nos interesa en especial la casa de Urquiza, ámbito que pensamos que debería estar destinado a albergar un proyecto que estamos impulsando de manera prioritaria: la concreción del Museo de la Organización Nacional. Cabe señalar que esta iniciativa es perfectamente compatible y coherente con otras que han formado parte de diversos procesos de planificación, tal como el Proyecto 8 “Centro Cultural Casa de Urquiza” de la Revisión del Plan Estratégico de Concepción del Uruguay del año 2010. Entendemos que estos edificios significativos a recuperar y refuncionalizar – además de la Casa de Urquiza, el Mercado 3 de Febrero, la sede original de la Escuela Normal, etc. – no deben ser elementos aislados sino que por el contrario deben constituir hitos articulados en un programa integral de mejoramiento del centro histórico de la ciudad y de revalorización de su patrimonio cultural, vinculados por el espacio público y por el ámbito jerarquizado de la Plaza Ramírez.   

En ese sentido es pertinente señalar la necesidad de tener especial consideración de las pautas de zonificación y los indicadores urbanísticos a aplicar al centro histórico de la ciudad en el nuevo código, en función precisamente de su enorme valor histórico y patrimonial. Es por ello que se impone no sólo la necesidad de proteger concretamente los exponentes más valiosos del patrimonio a través de instrumentos normativos y de gestión que combinen armoniosamente restricciones e incentivos, teniendo en cuenta experiencias exitosas y las tendencias más avanzadas en la materia; sino también la de promover nuevas intervenciones que sean respetuosas y sinérgicas con ese patrimonio que nos viene del pasado, que nos interpela y nos compromete.-

 Hugo Barreto / Presidente                                

Carlos Canavessi / Vicepresidente

Centro Cultural Justo José de Urquiza 

Imágenes: trabajo final de graduación de la arquitecta Camila Coria

sábado, 1 de enero de 2022

LA VIGENCIA DEL PROGRAMA ECONÓMICO DE RIVADAVIA

Por José Antonio Artusi

Se discute intensamente de impuestos por estos días en la Argentina. Lamentablemente, sin demasiada claridad ni rigor conceptual. Cuesta una enormidad lograr que se entienda que es necesario tanto “bajar” la carga como “mejorar” la matriz tributaria, vale decir que se trata de un problema cualitativo, además de cuantitativo, que no todos los impuestos son iguales, que generan muy distintos efectos en la actividad económica y en la distribución de los recursos. La Historia, como tantas veces, nos puede resultar útil para poner las cosas en perspectiva y para extraer lecciones que nos sirvan para entender el presente y para construir el futuro.

Héctor Raúl Sandler en su libro “A la búsqueda del tesoro perdido” nos da algunas pistas interesantes para encontrar en nuestro pasado, y más específicamente en las ideas y la obra de gobierno de Bernardino Rivadavia – en especial su ley de enfiteusis - ciertas claves que nos permitan entender las razones de tantos fracasos de nuestro país, luego de haber estado durante algún breve período entre los más avanzados del mundo. La tesis central de este autor es que “ninguna reforma… podrá concretar la democracia republicana con una simultánea vigencia de los derechos humanos fundamentales…, si previamente no se logra establecer un derecho positivo que asegure a todos sus habitantes – existentes y por venir – un idéntico derecho de acceso a la tierra y al mismo tiempo, como la otra cara de una misma moneda, si la misma legislación no establece que la base del tesoro público del Estado… sea la recaudación de una alícuota parte del valor de mercado del suelo del territorio argentino”. (Sandler, 2008)

¿Qué tiene todo esto que ver con los impuestos?; se preguntará el lector. Sigue diciendo Sandler que “esta propuesta implica necesariamente la eliminación progresiva de la miríada de impuestos que gravan al trabajo y a la inversión de capital real, a la producción y al consumo”.  ¿Y qué tiene que ver todo esto con Rivadavia?; continuará preguntándose el lector. Volvamos a Sandler: “…”La República Argentina puede reclamar el honor de haber sido, con Francia, la cuna de las ideas del Impuesto Unico en el mundo”, dice el uruguayo Manuel Herrera y Reissig en su prólogo al libro de Andrés Lamas Rivadavia y la legislación de las tierras públicas… Idea traída por Manuel Belgrano en 1794 y recogida por Esteban Echeverría en su escrito La contribución territorial… La Ley de Enfiteusis argentina fue el fruto de un pensamiento que apuntaba al ideal de una democracia social, sin cuyo propósito la Revolución de Mayo se habría limitado a ser una mera secesión del imperio español. Sin embargo, establecer una democracia social con el recurso de enfiteusis probó ser una medicina demasiado fuerte para una sociedad con hábitos autoritarios que en su seno había crecido en demasía el latifundio. En el enfrentamiento entre quienes propugnaban ese ideal y la realidad llamada “la fuerza de las cosas”, ésta se impuso. Con esa ley, como hemos visto, se cometió el mayor fraude legis de nuestra historia. Dictada para generar la base de una democracia social, fue utilizada para organizar una estrecha y poderosa oligarquía terrateniente. Esta desgraciada experiencia explicaría por qué la miraron con verdadero encono y le atribuyeran los males que sufría el país los más denodados opositores de Rosas, hombres como Sarmiento, Alberdi y Mitre”. Este último, tergiversando por completo el espíritu y las disposiciones de la ley, llegó a decir una tontería que luego sería repetida muchas veces: “los que sostienen el enfiteusis son precisamente los que entran en las ideas del comunismo”. Combatida de un lado y del otro, la ley de enfiteusis rivadaviana terminó siendo una de las cuestiones más incomprendidas y tergiversadas de nuestra Historia. Unos y otros le adjudicaron los males del latifundio y la entrega  de la tierra pública, cuando fueron  precisamente su falta de aplicación de acuerdo a su espíritu y disposiciones originales los factores que originaron esos males. Héctor Sandler considera que “el régimen jurídico de la enfiteusis argentina quedó desvirtuado, entre otras cosas, por la falta de instituciones sin la cuales no podía funcionar… No había catastros adecuados, ni una división topográfica del territorio, ni un sistema de registro de la propiedad…, ni funcionarios  suficientes para montar organismos de este tipo, etc.”. Está claro que la enfiteusis de Rivadavia estaba referida a tierras públicas, que se entregaban en arriendo por plazos largos a cambio de un canon que se actualizaba periódicamente, pero es también verdad que constituye un antecedente conceptual válido de las iniciativas tendientes a gravar el valor de la tierra libre mejoras – y en especial el aumento de ese valor como consecuencia de acciones ajenas al propietario - como principal fuente de recaudación fiscal, en desmedro de otros tributos que gravan el trabajo y la inversión de capital. Continúa Sandler en ese sentido argumentando que “hay muy buenas razones, cuidadosamente expuestas y empíricamente probadas como verdad, que el fondo primordial del tesoro público – para que exista una economía de mercado libre y próspera – es la renta fundiaria. Esto es, el valor que adquiere la tierra por causa de la demanda… La base para calcular la prestación de la contribución territorial tiene que ser el valor de mercado del suelo – rural y urbano – sin consideración a las mejoras que sus propietarios hayan construido o construyan en el futuro sobre él. Así lo propuso el brillante presidente Roque Sáenz Peña en proyecto remitido a la Honorable Cámara de Diputados. Por causa de su prematura muerte no recibió tratamiento.” Sobre la iniciativa propuesta por Saenz Peña ver “La reforma que no fue”. (Artusi, 2020)

No entraremos en disquisiciones técnicas u ontológicas, pero Héctor Sandler considera que “la recaudación de la renta fundiaria no es un impuesto. Es una obligación que pesa sobre el propietario,… Salvando las diferencias, es semejante a la obligación que por causa de la mera asociación debe el consorcista de un consorcio inmobiliario al conjunto para que la administración haga frente a los gastos comunes”. Es importante resaltar, siguiendo al mencionado autor, que “el mayor valor del espacio, según el lugar del país y según la época que se considere, no es hechura de su ocupante individual… Es el producto del quehacer social. Toda vez que este mayor valor del espacio se manifiesta como un rédito de la tierra ha sido denominado renta fundiaria… Dos aspectos sobresalientes caracterizan la renta fundiaria: a) ella no depende de la actividad de un determinado propietario en particular y b) ella existe en función de la actividad cooperativa de la sociedad como grupo comunitario. Un terreno en el centro de la ciudad no vale un céntimo por el hecho de que el propietario nunca haya hecho nada en él… A la inversa, todo esfuerzo que haga el propietario no aumentará su valor rentístico en un solo centavo”.       

El economista Eduardo Conesa, diputado nacional entre 2016 y 2017 y autor de un proyecto de ley que habría sido una trascendental reforma tributaria, señala que “en nuestro país, en el decenio de 1820, bajo la presidencia de Bernardino Rivadavia, un entusiasta de los economistas ingleses de la época, hubo un intento frustrado de establecer este sistema por la vía de la enfiteusis. Se trata de un arrendamiento a largo plazo que hacía el Estado de la abundante tierra fiscal. El largo plazo pactado en los contratos tenía el propósito de estimular al arrendatario-enfiteuta para invertir en mejoras. El Estado arrendaba la tierra fiscal a cambio del pago de un canon anual por parte del enfiteuta. Este canon hacía las veces de un impuesto. Con el advenimiento de la dictadura de Rosas en los dos decenios siguientes, el sistema fracasó, y fue definitivamente abandonado en el decenio de 1850”.  (Conesa, y otros, 2020)   

Finalmente, veamos qué dijo Andrés Lamas en el libro citado por Sandler: “Mediante la propiedad de la tierra, el Estado recibía, por medio del canon con el que la entregaba al cultivo, la renta que le correspondía; y como ésta nace del trabajo social, Rivadavia esperaba, y con razón, que ella legaría a ser, con el transcurso del tiempo, la fuente única de los recursos del tesoro público, suprimiéndose, en consecuencia, los impuestos que gravan el trabajo, y los capitales individuales”. (Lamas , 1914)

Hoy está claro que no sería posible ni deseable volver a esquemas del tipo de la enfiteusis basados en la propiedad de la tierra por parte del Estado, y que no resulta razonable creer que se pueda contar, como quería Henry George, con un único impuesto; pero es igualmente evidente que sí resulta conveniente, hasta imprescindible, plantear profundas reformas tributarias que basen la recaudación fiscal en la renta del suelo y alivien las cargas al capital y al trabajo.  

En definitiva, tal como señala Manuel Herrera y Reissig en el prólogo al libro de Lamas, “la absorción por el Estado del valor social de la tierra creado por el esfuerzo colectivo, el reconocimiento de la igualdad de derechos a la tierra, la proscripción de todos los impuestos sobre el trabajo y el capital y sobre todas las formas de la actividad económica, la libertad del trabajo en todas sus manifestaciones y el libre cambio en su sentido más lato y absoluto, es decir, no sólo entre las naciones sino entre los individuos, tales fueron los propósitos y finalidades del sistema agrario de Rivadavia en 1826…”.

En ese sentido, la vigencia del programa económica de Rivadavia impresiona tanto como lo poco que se lo reivindica.-


Bibliografía

Artusi, José Antonio. 2020. La reforma que no fue. [En línea] 29 de Enero de 2020. [Citado el: 31 de Diciembre de 2021.] http://joseantonioartusi.blogspot.com/2020/01/la-reforma-que-no-fue.html 

Conesa, Eduardo y Rey , Luis Alberto. 2020. Economía Polìtica Argentina. Buenos Aires : Prosa Editores, 2020.

Lamas , Andrés. 1914. Rivadavia y la legislación de las tierras públicas. Buenos Aires : s.n., 1914.

Sandler, Héctor Raúl. 2008. A la búsqueda del tesoro perdido . Buenos Aires  : Instituto de Capacitación Económica, 2008.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

100 Trenque Lauquen


Por José Antonio Artusi

El Sábado 3 de Octubre de 1868, 9 días antes de asumir la Presidencia de la República, Sarmiento brindó un discurso en Chivilcoy. Allí pronunció esta frase: “Les prometo hacer 100 Chivilcoy en los seis años de mi gobierno y con tierra para cada padre de familia, con escuelas para sus hijos”. La expresión “100 Chivilcoy” utilizada como metáfora de un programa de gobierno basado en la inmigración, la colonización, la transformación agraria, la ocupación efectiva del territorio nacional unido por líneas férreas y comunicado por el telégrafo, la fundación de nuevas ciudades en un esquema que equilibrara la macrocefalia porteña, la promoción de la agricultura, la industria y el comercio, la participación ciudadana centrada en la autonomía municipal, y la educación pública, laica, gratuita y obligatoria. En aquel memorable discurso Sarmiento también expresó lo siguiente: “He aquí mi programa, y si el éxito corona mis esfuerzos, Chivilcoy tendrá su parte en ello, por haber sido el pionero, que ensayó con mejor espíritu la nueva Ley de Tierras, y ha demostrado que la pampa no está condenada, como se pretende, a dar exclusivamente pasto a los animales, sino que en pocos años, aquí, como en todo el territorio, ha de ser luego asiento de pueblos libres, trabajadores y felices”.

Pues bien, así como Sarmiento pudo decir “100 Chivilcoy” en el siglo XIX, nosotros necesitamos ahora decir “100 Trenque Lauquen”. Le debo la expresión a Sebastián Welisiejko. Qué quiero decir con esta versión contemporánea del “100 Chivilcoy” sarmientino? El desarrollo de un nuevo programa de gobierno, emparentado con aquel, que tenga al derecho a la ciudad y a la vivienda, y al logro de territorios más equitativos y prósperos como uno de sus rasgos centrales. Y por qué Trenque Lauquen? Porque esta ciudad bonaerense es un ejemplo exitoso de políticas públicas aplicadas consistentemente a lo largo de varios períodos de gobierno en procura de esos objetivos. Porque en un país como el nuestro el acceso al suelo y a la vivienda y la construcción de un hábitat más justo e integrador aparecen como asignaturas pendientes que no podemos soslayar si queremos realmente construir una sociedad democrática y desarrollada, en la que se hagan realidad los derechos y garantías consagrados en la Constitución, en la que todos tengamos realmente la oportunidad de desarrollar proyectos de vida en condiciones de libertad e igualdad.

Qué ha hecho Trenque Lauquen para que la utilicemos en esta metáfora? Ha puesto en marcha una serie de programas y proyectos que la colocan a la vanguardia en nuestro país en materia de recuperación y reinversión de la valorización inmobiliaria que se genera en el precio del suelo como consecuencia de acciones generadas desde el Estado, básicamente inversión en obras públicas de infraestructuras y equipamiento, pero también por efecto de las modificaciones en la normativa y las decisiones administrativas referidas a la posibilidad de urbanizar, subdividir, construir de acuerdo a ciertos indicadores urbanísticos, admitir determinados usos, etc. Y esa estrategia es clave a la hora de encontrar mecanismos eficaces y viables de financiar el desarrollo urbano, teniendo en cuenta el principio del reparto equitativo de las cargas y beneficios que éste supone.

Para volver a tener “ciudades” en el verdadero y pleno sentido del término, ámbitos de la búsqueda en común de un futuro mejor, para lograr un hábitat que contribuya a construir ciudadanía, a promover la prosperidad, la equidad y la convivencia pacífica y solidaria, Trenque Lauquen puede ser un espejo muy valioso en el que mirarnos. Necesitamos 100 Trenque Lauquen.-


Publicado en el diario La Calle el día 5 de Diciembre de 2021.-

miércoles, 1 de diciembre de 2021

UNA SOCIEDAD DE BURBUJAS (O GHETTOS…)


Por José Antonio Artusi

La pandemia y las respuestas inadecuadas para enfrentarla por parte del gobierno han venido a agravar problemas preexistentes. Tenemos una sociedad más pobre y desigual, pero además una sociedad con mayor exclusión y segregación. La pandemia aceleró tendencias que venían de antes y que reconocen causas estructurales. Esto se observa claramente en 3 esferas: el hábitat, la salud y la educación. Se puede observar una preocupante tendencia a cristalizar una sociedad dividida en ghettos o burbujas que casi no se tocan entre sí.

Los sectores de alto poder adquisitivo viven cada vez más en barrios cerrados, tienen seguros médicos prepagos privados y recurren a escuelas privadas. Los sectores medios viven todavía en buena medida en la ciudad tradicional (pero frecuentemente aspiran a dejarla para huir a barrios cerrados), tienen obras sociales sindicales vinculadas al empleo formal a veces combinadas con prepagas y oscilan entre la educación privada y la cada vez menos frecuente escuela pública prestigiosa. Los sectores medios / bajos viven en conjuntos de viviendas sociales y en periferias de la ciudad tradicional, combinan obras sociales sindicales y hospital público, y oscilan entre la escuela pública y las privadas religiosas. Los sectores más desposeídos viven en la informalidad urbana, en las villas y asentamientos que eufemísticamente hemos dado en llamar "barrios populares"; recurren al hospital público y a escuelas públicas cercanas, cuando no han abandonado el sistema educativo.  El sistema de salud argentino es notoriamente desarticulado, con superposición desorganizada e ineficiente de subsectores y jurisdicciones. La pandemia generó notorios problemas en otras patologías por la falta de consultas y tratamientos oportunos. Y eso agravará la ya de por sí preocupante tendencia a consolidar situaciones de salud muy disímiles en función de la situación socio económica de las familias. Con respecto a la educación es obvio que asistimos a una verdadera tragedia, en la que el prácticamente absoluto cierre de las escuelas durante todo un año agravó la situación de los sectores más vulnerables, en este caso los niños más pequeños de familias pobres. En un contexto en el que so pretexto de cuidar la salud se destruyó la economía, y en el que prácticamente dos de cada tres niños es pobre, el abandono parcial del Estado de una obligación indelegable como es garantizar el derecho a la educación incrementó la deserción escolar, ahondó la brecha educativa entre quienes pueden acceder a dispositivos para la educación a distancia y quienes no, y acentuó la tendencia previa de sectores medios a abandonar la escuela pública y buscar refugio en las privadas, acentuando de esta manera la segregación en verdaderas burbujas, cada vez más distantes unas de otras. Quizás sea hora de recordar una de las tantas genialidades, en este caso además profética, de Sarmiento: "... vuestros palacios son demasiado suntuosos al lado de barrios demasiado humildes. El abismo que media entre el palacio y el rancho lo llenan las revoluciones con escombros y con sangre; pero os indicaré otro sistema de nivelarlo: la escuela". No hace falta decir que se refiere obviamente a la escuela pública, laica, gratuita y obligatoria, que brinda educación de calidad y forma ciudadanos que se sienten compatriotas.    

Revertir todas estas perniciosas tendencias, que se potencian entre sí, requerirá un conjunto articulado de políticas públicas coherentes que se mantengan en el tiempo y no meros parches circunstanciales; reformas profundas en las políticas de hábitat y vivienda, de salud pública y de educación. No habrá posibilidad de construir una sociedad democrática y desarrollada sin ciudades, escuelas y un sistema de salud que contribuyan a integrar a los ciudadanos y nos demuestren que no es utópico ni ingenuo pensar que todos podemos vivir en libertad y con los mismos derechos y oportunidades.- 

Publicado en el diario La Calle el día 28 de Noviembre de 2021.-

UNA PROVINCIA QUE RECAUDA MAL Y GASTA CADA VEZ PEOR




Por José Antonio Artusi

Los datos publicados en la página oficial de la Provincia de Entre Ríos referidos a la ejecución presupuestaria hasta Septiembre de 2021 nos permiten hacer algunos análisis y consideraciones que confirman, lamentablemente, algo que no constituye ninguna novedad: Entre Ríos es una provincia que recauda mal y gasta cada vez peor.

Uno de los datos novedosos que surge del mencionado informe, y de anteriores, es el insólito superávit que exhiben las cuentas públicas del fisco entrerriano el año pasado y en lo que va de éste: un resultado financiero positivo de alrededor de 2000 millones de pesos en 2020, tras una década de déficits constantes, y de casi 19 mil millones a Septiembre del 2021.

Este superávit es mentiroso porque se explica, entre otros factores, por el atraso salarial del sector público provincial y por la crónica subejecución de la inversión en obra pública y bienes de capital. Ambos tendrán consecuencias gravosas y repercutirán negativamente, afectando las posibilidades de emprender un camino de crecimiento y desarrollo sostenible.

Veamos la cada vez menor incidencia de la inversión real directa en el total del gasto público provincial. El gasto en “Construcciones” representó el año pasado solamente el 2,66% del gasto total. Se ejecutó sólo el 27% de lo presupuestado. La participación del rubro Construcciones en el gasto total fue la menor desde el 2015, cuando superó el 5%. En 2020 fue prácticamente la mitad. Parte de esa notoria subejecución podría atribuirse a la pandemia, pero este año las proyecciones indican que a este ritmo se llegaría a ejecutar sólo el 31.41% de lo presupuestado, y representaría apenas el 3.08% del gasto total. En el rubro “Maquinaria y equipos” el panorama es aún peor. En 2020 se ejecutó sólo el 17,28% de lo presupuestado y esto representó el 0,14% del gasto total, el menor porcentaje desde 2015, casi 3 veces menos que ese año. Este año, las proyecciones señalan que se llegaría a este ritmo a ejecutar el 16.94% de lo presupuestado y representaría apenas el 0.19% del gasto total. La provincia invierte cada vez menos en obra pública y en maquinaria y equipos, lo dicen datos oficiales. Y la tendencia es claramente decreciente. 

Por el lado de la recaudación el panorama no es menos deprimente. El impuesto a los ingresos brutos, el más regresivo y distorsivo de todos, representó en 2020 el 63,77% de la recaudación de impuestos provinciales. A Septiembre de 2021, el 65.05%. Desde hace años, la incidencia de esta gabela medieval en la recaudación propia muestra una tendencia a aumentar.    

Urge diseñar e implementar reformas profundas, de raíz. Una reforma tributaria, para recaudar bien, sin ahogar las fuerzas productivas ni castigar el trabajo, y una reforma del Estado, para lograr una administración pública capaz de invertir recursos con eficacia y eficiencia en pos del desarrollo y la prosperidad de los entrerrianos. Tenemos un Estado que asfixia a los contribuyentes con malos impuestos, y que por otra parte no brinda a la sociedad ni las inversiones en infraestructura necesarias para el desarrollo ni los servicios esenciales que una sociedad democrática, equitativa, integrada y moderna necesita para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Haríamos bien, todos, en no rehuir ese imprescindible debate. La pandemia y la crisis sólo han hecho más evidentes una serie de problemas estructurales que vienen de mucho antes. El desafío es tomar esta crisis como oportunidad para reconocer las causas de esos problemas y avanzar sin demagogia en el logro de amplios acuerdos para comenzar a solucionarlos. Pretender que podemos seguir así, postergando indefinidamente las soluciones de fondo, sólo profundizará el atraso y la pérdida de oportunidades.-

Publicado en el diario La Calle de Concepción del Uruguay el día 21 de Noviembre de 2021.-

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Homenaje a Marcelo de Alvear

CÓMO REVERTIR EL DÉFICIT HABITACIONAL

Por José Antonio Artusi

Dimos la semana pasada un somero panorama del enorme déficit habitacional que tenemos en nuestro país.  Cómo revertirlo en un plazo razonable? Cómo lograr de aquí a 2030 asegurar el acceso de todos a viviendas y servicios básicos adecuados? Cómo urbanizar más de 4.400 asentamientos informales? Es necesario articular, entre otras, 2 estrategias, complementarias:

- Reconstruir un buen sistema de crédito hipotecario, que habíamos empezado a tener con los créditos UVA, y que se complicaron por la inflación, la caída del poder adquisitivo del salario y la pérdida de empleos. En ese sentido, es clave - como para cualquier política pública - bajar la inflación a niveles razonables, como la mayoría de los países del mundo civilizado, y por otro lado reformar nuestro sistema monetario para permitir depósitos bancarios y créditos ajustables por inflación con tasas bajas, pero salarios también indexados con el índice de precios al consumidor, tal como propone el Dr. Eduardo Conesa en su libro, "Economía política argentina". 

- Recuperar y reinvertir por parte de municipios y provincias la valorización del suelo generada por el Estado como estrategia clave de financiación del desarrollo urbano. La reforma tributaria propuesta por el Dr. Conesa en la obra mencionada contribuiría adicionalmente a esta estrategia, ya que el impuesto al valor del suelo libre de mejoras que él plantea en uno de sus proyectos  - la vieja idea de Henry George, el menos malo de los impuestos diría Milton Friedman - es la manera más sencilla y potente de recuperar plusvalías, contribuiría a deprimir los precios del suelo, y por ende a abaratar las viviendas y los alquileres, a la vez que dotaría a las provincias de recursos que les permitirían eliminar el impuesto a los ingresos brutos, una gabela medieval que encarece todo, incluyendo la construcción, por lo que su remoción también ayudaría a disminuir el costo de las viviendas y de sus mejoras. La clave de todo el proceso es la recuperación y reinversión por parte del Estado de la valorización del suelo generada por las acciones públicas, tanto en obras como en normativa. Existe una amplia gama de instrumentos para lograrlo: contribución por mejoras, concesión onerosa de edificabilidad adicional, reajuste de suelos, etc. Lo ideal sería que estos instrumentos de gestión urbanística formen parte de un sistema armónico, se articulen con la política tributaria, y estén incluidos expresamente en leyes nacionales y provinciales de ordenamiento territorial. De todos modos, aún sin ellas, los municipios son autónomos y pueden hacer mucho en este sentido. Esta estrategia permitiría construir un número significativo de viviendas sociales pero también contribuiría a aumentar la oferta para sectores medios, y reactivaría notablemente la construcción con todo lo que ello implica en términos de empleo y dinamización de la actividad comercial. Para construir viviendas se necesita poner en marcha los 3 factores de la economía clásica: la tierra, el capital y el trabajo. No es verdad que no tengamos disponibilidad de estos factores, sólo no los aprovechamos adecuadamente. Se trata de generar las reglas del juego para incentivar su articulación armoniosa. Pero los recursos están, porque los costos que demanda la urbanización son menores al valor que éste genera. El desafío es evitar que esa diferencia vaya a parar a manos de la especulación inmobiliaria y se recupere, al menos parcialmente, para reinvertirse y poner a funcionar un círculo virtuoso de construcción del hábitat que se retroalimente permanentemente. Hasta acá ha primado en general la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias derivadas de los procesos de urbanización. Es hora de poner en marcha mecanismos tendientes a la distribución equitativa de las cargas y beneficios, tratando de que el tan mentado derecho a la ciudad deje de ser una consigna de moda para transformarse gradualmente en una realidad concreta.-


Publicado en el diario La Calle el día 14 de Noviembre de 2021.- 

martes, 9 de noviembre de 2021

ODS 11: a este ritmo no llegamos…

Por José Antonio Artusi

El Domingo 31 de Octubre se celebró el Día Mundial de las Ciudades, iniciativa de ONU Hábitat que tiene como objetivo promover el interés de la comunidad internacional en la urbanización sostenible, e impulsar la cooperación para abordar sus desafíos. Un buen momento para pensar en las ciudades que tenemos, las ciudades que queremos, y cómo  reducir la brecha entre nuestra realidad y nuestros objetivos. En 2015 los países de Naciones Unidas adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo. Cada objetivo tiene metas específicas para el 2030. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son 17, y el 11 consiste en “lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”. Veamos sólo la primer meta, y reflexionemos acerca de la posibilidad de cumplirla en la Argentina: “De aquí a 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales”.  

Tenemos un enorme déficit habitacional. En 2016 se estimó en 3,8 millones de hogares (1,6 cuantitativo y 2,2 cualitativo). Ese mismo año el Registro Nacional de Barrios Populares relevó más de 4.400 villas y asentamientos informales. Se trata de millones de conciudadanos privados del acceso a una vivienda adecuada. La pandemia puso de relieve este drama y lo acentuó aún más. La consigna "quedate en casa" pudo resultar más o menos aburrida y cansadora para los que tenemos una vivienda confortable y bien localizada, pero pudo a la vez ser una verdadera pesadilla para quienes viven hacinados en espacios carentes de los más mínimos atributos que debería tener una vivienda que merezca ese nombre. Los déficits habitacionales de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad constituyen uno de los eslabones del círculo vicioso de la reproducción del hábitat de la pobreza, e interactúan con los demás componentes de ese ciclo, reforzándose mutuamente, para configurar condiciones que tienden a dificultar cada vez más la posibilidad de salir de esa situación e iniciar un camino de movilidad social ascendente. La pandemia y las ineficientes medidas del gobierno para enfrentarla agudizaron todavía más la pobreza, como lo acaba de mostrar crudamente el INDEC. Pero el déficit habitacional no afecta sólo a los más pobres, también golpea a amplias franjas de la clase media, sobre todo a los jóvenes, que muchas veces no encuentran ni en el mercado ni en el Estado la posibilidad de acceder a su primera vivienda. Es imposible revertir ese déficit haciendo más o menos lo que venimos haciendo desde hace décadas. Es imperioso cambiar de manera estructural, poniendo en marcha políticas ambiciosas pero factibles, que articulen de la manera más eficaz posible los recursos ociosos que tenemos.

Algunos datos para dimensionar las respuestas al problema: la cantidad de viviendas terminadas por los institutos provinciales de vivienda (sumando las del programa FONAVI y las de los “programas federales”) viene decreciendo desde la década del 90, y en la última década se terminaron menos viviendas que en la del 80. Al déficit habitacional lo medimos en millones, y a las respuestas para solucionarlo en decenas de miles. Y las perspectivas para el 2022 no parecen las mejores. Un reciente informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia señala que “la reducción presupuestaria destinada a revertir el grave déficit habitacional en barrios populares, las sub-ejecuciones del año en curso y los cambios de estrategia en términos de abordaje, suponen una regresión en la agenda vinculada a garantizar un hábitat digno para las poblaciones más vulnerabilizadas”. La meta 1 del ODS 11 parece difícil de lograr, aunque no es imposible. Se requiere un diagnóstico adecuado, voluntad política concertada, y estrategias coherentes aplicadas con continuidad en el tiempo. Cómo? Será tema de un próximo artículo.

Publicado en el diario La Calle el día Sábado 6 de Noviembre de 2021.-

Urquiza y la educación


Por José Antonio Artusi

Se cumplieron el 18 de Octubre 220 años del nacimiento de Justo José de Urquiza, en un paraje cercano a Concepción del Uruguay, a la vera de un arroyo que en ese momento se llamaba Arroyo Largo y que hoy lleva su nombre.  

Son frecuentes en los homenajes las referencias a su rol clave en el proceso de la Organización Nacional, su aporte a la inmigración y a la colonización, y su acción progresista en materia de comercio e industria. Es usual también observar referencias a su papel como fundador del Colegio del Uruguay, el primero laico del país, su “heredero”. Pero no es tan frecuente encontrar reflexiones sobre la visión global que tenía Urquiza acerca del rol de la educación, y de la acción que desplegó en tal sentido en la medida de sus posibilidades, más allá de la fundación del Colegio.

Su figura, por lo tanto, aparece a veces empequeñecida al lado de la enorme presencia de Sarmiento, sin dudas una de las mentes y plumas más brillantes de la Argentina del siglo XIX, pero que carecía del sentido estratégico del primer Presidente constitucional argentino. Cuantos avances y logros habríamos tenido si estos dos próceres hubieran podido coincidir más en su acción fecunda!     

En 1869 un funcionario provincial, Juan José Soto, en ese momento jefe del Departamento de Educación de la provincia, visitó a Urquiza en su residencia de San José y lo notó solamente interesado en tratar cuestiones educativas. En una carta Soto manifiesta que “está como absorbido por esa idea, es su constante preocupación, no piensa en otra cosa: Sarmiento lo ha contagiado. El, lo mismo que sus ministros, sólo hablan de escuelas normales, de la difusión de las luces, de la propagación de la instrucción en toda la provincia. Cierto es que el General Urquiza tuvo siempre esa tendencia, pero jamás lo he visto tan apasionado de la idea como hoy”. El Profesor Manuel Macchi lo expresa con claridad: “La urgencia del momento de propagar la educación y las escuelas normales formativas del maestro, casi está de más afirmarlo, estuvo permanentemente en el pensamiento de Sarmiento. Y también lo estuvo en el de Urquiza, de donde surgió otro motivo para vincularlos. En éste, ya asoma esa inquietud cuando el otro está en la adolescencia, repetida en el año 1848 cuando ya tiene perfectamente definido el enfoque del problema argentino en cuanto a la necesidad de maestros, proyectando la creación de dos escuelas normales, una en Paraná y otra en Concepción del Uruguay.”   *

Del Colegio del Uruguay saldrían luego, entre tantos otros, los artífices de la ley 1420 de educación común, pública, laica, gratuita y obligatoria, hito indeleble en la construcción de una Argentina moderna, próspera e integrada. De la Escuela Normal de Concepción del Uruguay, primera de mujeres del país, saldrían maestras que llevaron adelante la tarea educadora en los más diversos confines de la Patria. Y cuantas más escuelas y colegios habríamos tenido de no haberse producido el cobarde crimen del 11 de abril de 1870 que terminó con su vida!           

El mejor homenaje que le podemos hacer a Urquiza hoy, más allá de las efemérides, los bronces y las ofrendas, es sentir que su retrato nos escruta y nos interpela, que nos obliga a ser tan comprometidos, innovadores y progresistas en el desafío de construir la educación popular del siglo XXI como él lo fue con la de su tiempo; y obrar en consecuencia. Gloria y loor, honra sin par; para Urquiza también.        

*Macchi, Manuel E. . Normalismo argentino. Santa Fe: Editorial Castellví, 1974.

Publicado en el diario La Calle de Concepción del Uruguay el día Domingo 31 de Octubre de 2021.-  

martes, 19 de octubre de 2021

El derecho a la ciudad


Por José Antonio Artusi

No debería existir contradicción alguna entre el derecho a la propiedad y el derecho a la vivienda digna, al hábitat, al ambiente saludable, y a la ciudad. Por el contrario, podríamos decir que sin garantía del derecho a la propiedad los demás derechos se tornan imposibles de satisfacer. Los países desarrollados han logrado avances que han permitido que esa ecuación se resuelva favorablemente, y algunos países de América Latina, en medio de obvias dificultades y contratiempos, han tenido también algunos logros, al menos en la sanción de normas y la implementación de algunas experiencias que marcan el camino en la dirección correcta. En la Argentina, lamentablemente, el atraso es doble, carecemos tanto de normas como de políticas públicas asentadas y con continuidad en el tiempo que hayan permitido avizorar avances concretos en la materia. Sin embargo, la perspectiva de lograr cierta continuidad en la aplicación de programas y proyectos y la necesidad de discutir cómo deberían ser las ciudades post pandemia abre una ventana de posibilidad interesante que deberíamos aprovechar.     

El derecho a la propiedad individual no es un derecho “secundario”, como ha sugerido el Papa; es por el contrario un derecho humano fundamental, pues sin propiedad no hay condiciones materiales para la libertad ni para la verdadera democracia. El problema es que muchos son lamentablemente privados de ese derecho, y por ende ven limitados sus márgenes de libertad y menoscabada su condición de ciudadanía.  Para que se ocupe y use adecuadamente el suelo vacante retenido especulativamente en áreas urbanas consolidadas no hace falta expropiar casi nada, salvo en muy pocos casos excepcionales. Además, no nos olvidemos de que buena parte del suelo vacante es fiscal, y en muchos casos está constituido por amplias parcelas obsoletas y abandonadas que perturban la expansión urbana.  Para promover la movilización y utilización del suelo ocioso basta con lograr que mantener terrenos baldíos no sea rentable, y haciendo en cambio que sea más provechoso construir y usar ese suelo. Y eso se podría lograr eficazmente desgravando las construcciones y mejoras en el impuesto inmobiliario, transformándolo en un buen impuesto al valor del suelo libre de mejoras; y eliminando impuestos distorsivos y regresivos que castigan el trabajo y el capital productivo. Como diría Milton Friedman, se trata de recurrir al “menos malo” de los impuestos, la vieja idea de Henry George.   

Digamos también que la especulación inmobiliaria y la consiguiente apropiación privada de los incrementos en el valor del suelo generadas por la acción del Estado, o sea financiadas por todos los contribuyentes, es un grave problema de nuestras ciudades, que genera y agrava muchos otros: encarecimiento del suelo urbano y de la infraestructura, ineficiente dotación de equipamiento comunitario, dificultades para la movilidad y el transporte público, presión para la expansión descontrolada de la mancha urbana, deterioro del espacio público, inseguridad, etc..

En definitiva, no será con una relativización o menoscabo del derecho de propiedad como resolveremos los enormes déficits habitacionales que tenemos. Por el contrario, sólo lo haremos si lo respetamos a rajatabla, con políticas públicas adecuadas; y si entendemos a su vez que la especulación inmobiliaria no es un derecho ni debería constituir una opción válida de ahorro sino que se trata de una apropiación indebida e injusta de algo que ha sido generado por el esfuerzo colectivo. ONU Hábitat sostiene que el Derecho a la Ciudad “es el derecho de todos los habitantes a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”. Hagámoslo realidad.- 


Publicado en el diario La Calle el día 17 de Octubre de 2021.-