"Lo mejor que le está dejando es un Estado que cobra impuestos, capturando los beneficios tecnológicos de la informática . Yo nunca vi esto durante mi vida como economista. Se podrá discutir la estructura tributaria, pero no este cambio beneficioso. Ya no es un Estado fiscalmente débil. Natalio Botana quizás pueda escribir que la ciudadanía fiscal está entre nosotros. Lo peor que está dejando el kirchnerismo es el congelamiento de un espíritu reformista, congelamiento que sólo se explica por reacción contra el menemismo. Estos años nos dejan una visión anacrónica del patrón productivo, una subestimación de la productividad como motor del crecimiento, la ausencia de un mercado de capitales en pesos para que las clases medias ahorren fuera del circuito dolarizado, una mayor cobertura previsional a cargo del Estado pero sin reforma previsional, mayor gasto educativo sin reforma educativa, mayor gasto en salud sin reforma del sistema de salud. El kirchnerismo fue mucho dinero, mucho consumo y casi nada de modernización. La desigualdad ha sido menor con el kirchnerismo, pero el interrogante es si se puede mantener sin esos cambios postergados y, más que eso, rechazados."
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