Por Christian Sanz y Carlos Forte / En el año 1996, la DGI pidió la detención de Samid quien era investigado por conducir una “asociación ilícita integrada por empresas fantasmas, testaferros insolventes y conexiones que alcanzaban a firmas vinculadas con el fraude de la exportación de manufacturas de oro”.
La DGI denunció que no obstante jactarse de contar con un patrimonio de casi 100 millones de dólares, el empresario de la carne sólo admitió que su principal sostén económico provenía de donaciones de su familia y de las dietas que cobró como ex legislador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario