Por Ricardo Leguizamón, de la Redacción de Entre Ríos Ahora / ¿Qué hace el Estado inmiscuyéndose en asuntos privados?
¿Qué hace? ¿Qué busca allí? ¿Por qué un gobernador debe opinar sobre un recital?
¿Qué lleva a un funcionario a vaticinar que tal o cual recital, que tal o cual espectáculo, que tal o cual presentación, será un éxito?
¿Qué? ¿Por qué?
El Estado no está allí –al menos no está de modo oficial, desembozado, sin máculas, de modo transparente–: entonces, ¿para qué inmiscuirse?
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