Por Hipólito Solari Yrigoyen /
Se cumplen, el 9 de septiembre, 32 años del fallecimiento de Ricardo Balbín, una de las grandes figuras partidarias y un acérrimo luchador de la democracia argentina. En la ciudad de La Plata, donde vivía y descansan sus restos, se realizarán los actos centrales del recordatorio. Había nacido en 1904 y su inicio en la política fue de apoyo al primer gobierno de Hipólito Yrigoyen. Militó en el Reformismo de la Universidad de la Plata, donde se graduó de abogado Luchó activamente contra el régimen instalado por el golpe de Estado de 1930 que derribó las instituciones constitucionales del país y abrió un período nefasto de la historia argentina, denominado “la Década Infame”, signado por el fraude y la represión de los adversarios.
Fue electo diputado en 1931 en los comicios anulados por la dictadura y luego en los fraudulentos de 1940, en los que no asumió. En 1946 fue elegido diputado nacional y presidió el histórico Bloque Radical, denominado “de los 44”. Se vivían épocas difíciles por las prácticas totalitarias del gobierno de Perón quien lo hizo desaforar de la Cámara de Diputados en1949 y lo puso preso en la cárcel de Olmos. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Intransigencia y Renovación de la UCR. Fue cuatro veces candidato a presidente de la República y presidió hasta su muerte al Comité Nacional de la UCR. Creyó posible un entendimiento con Perón y eso lo llevó al recordado “abrazo Perón-Balbín” y a despedir sus restos cuando este falleció.
Conocí a Balbín cuando siendo estudiante lo visité en la cárcel de Olmos y lo traté asiduamente con el inmenso respeto y afecto que él se merecía. El me visitó en el Sanatorio cuando sufrí el primer atentado de la Triple A en 1973 y repudió enérgicamente mi secuestro y prisión en la dictadura militar. Balbín siempre debe ser recordado por sus virtudes cívicas y por su lucha permanente por la consolidación de las instituciones democráticas.
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