El satélite argentino Arsat 1 que fabricó el Invap aún no fue colocado en su órbita ubicada a 36.000 kilómetros de la Tierra, pero ya hay certezas de que soporta las condiciones que tendrá en los próximos 15 años en el espacio y las vibraciones que le transmitirá el cohete que lo lanzará.
Son algunas de las pruebas y mediciones ya superadas en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (Ceatsa) que fue inaugurado el año pasado.
Mientras fabrican el otro satélite de comunicaciones, el Arsat 2, el Ceatse, que funciona en el mismo complejo, ensaya el comportamiento del Arsat 1, que será lanzado este año este desde la Guayana francesa.
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