Por Jordi Borja / Mientras tanto conviene insistir en algo que nos parece fundamental en nuestra época: la
importancia de la resistencia a la globalización mercantilista, dominada por gobiernos imperialistas
y empresas multinacionales sin otra alma que el negocio, caracterizada por procesos culturales
homogeneizadores y empobrecedores y por procesos políticos cada vez más alejados de
ciudadanos y territorios. Una resistencia que encuentra su base de apoyo en los ámbitos locales,
en los lugares con significado, en las ciudades complejas, que poseen, reconstruyen y reutilizan la
memoria, la identidad y la cohesión socio-cultural. Estos espacios de esperanza (Harvey), si son
complejos y cohesionados podrán ser dinámicos e integradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario