Por Rogelio Alaniz / Decir esto y sostener que todo les está permitido es exactamente lo mismo. No hay arrepentimiento, no tenemos vergüenza ni pedimos disculpas. Lo que se dice, toda una declaración de principios. A la hora de privatizar YPF, Parrilli fue acompañado por Arturo Puricelli, Luis Gioja, y Eduardo Fellner. Todos flamantes K en la década siguiente. Kirchner y su señora daban órdenes desde Santa Cruz para que así fuera. Por supuesto, estos privatizadores no estaban solos. Con el mismo entusiasmo, votaron Felipe Solá, Eduardo Amadeo y el multifuncionario Juan Pablo Cafiero. Álvaro Alsogaray se quedó sin libreto.
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