La situación ocurrió el viernes, en varias reparticiones públicas de la provincia.
Los funcionarios, en una actitud poco corriente, empezaron a pedir los correos electrónicos personales de cada empleado.
Muchos preguntaron para qué, con qué fin, y no siempre encontraron una respuesta acertada. Pero en otras oficinas sí: les explicaron que era porque el gobernador Sergio Urribarri quería enviarles un correo electrónico.
Ese correo electrónico les llegó el sábado, en plena veda electoral, y en el texto Urribarri les pedía el voto.
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