Por Julián Stoppello / Aceptamos la estrategia del silencio entonces: al enemigo ni argumentos. Al Gobernador no es necesario defenderlo, él tampoco se defiende, las piedras que quieren golpear el sueño entrerriano, parece, son de arena: apenas arden un rato en los ojos y se olvidan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario