Textual: Documento de la Conferencia Episcopal Argentina / Vemos como han proliferado los casinos, los bingos, unidos al fabuloso negocio de las
máquinas  tragamonedas,  aun  en  cercanías  a  barrios  pobres.  También  se  han
sobremultiplicado  las  cuantiosas  ofertas  de  juegos  de  apuestas  en  locales  de  lotería.
Asimismo, el fenómeno de las nuevas tecnologías, como Internet, hace emerger nuevas y cada
vez más masivas formas de juego.
Es importante hablar sin eufemismos. El juego de azar es un negocio que mueve gran
cantidad de dinero para beneficio de unos pocos en detrimento de muchos, especialmente de
los más pobres. 
Sabemos  también  de  la  vinculación  de  esta  actividad  con  el  lavado  de  dinero
proveniente del tráfico de drogas, armas, personas. La problemática es vasta y compleja.
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