Por Rogelio Alaniz / ¡Maravillas del relato! Por gracia de Chevron, el kirchnerismo recupera, por si alguien tenía alguna duda, su más clara y resplandeciente identidad peronista. ¡Que nadie se asombre! Ser peronista, al final de cuentas, es una manera jubilosa de no creer en nada y estar dispuesto a hacer de todo.
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