AGMER Paraná difundió el recibo de un docente para ejemplificar el impacto del impuesto a las ganancias en el salario: La compañera cobra $4.269 de bolsillo, pero el Estado nacional le factura, vía el Estado provincial, $953,51. No sólo es vergonzoso que a una trabajadora que no llega a cubrir la canasta familiar con su salario le cobren como si fuese una empresa; sino que además la bronca se potencia cuando uno se entera que, justamente, las mega-empresas multinacionales que operan en el país son las que, proporcionalmente, menos impuestos pagan.
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