Por Roberto Gargarella / El articulado es, como sabemos, reaccionario (hay que pedir permiso con 48hs de antelación; hace casi imposible protestar de modo legítimo; etc.): llega tan lejos en la limitación de las manifestaciones como no podría haber llegado nunca un partido abiertamente de derecha (entre otras cosas, por la oposición que recibiría de quienes hoy promueven este proyecto). Éste es, como ya lo dijera varias veces, el gran mérito del kirchnerismo: en nombre de la izquierda, hacer el trabajo sucio y limpiarle el camino a la derecha explícita que pueda llegar después que ellos.
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