Por Claudia Bellante / Desde hace cuatro años se multiplican en las periferias urbanas de Brasil los complejos habitacionales ideados para alojar a familias de clases bajas. Sólo en la zona oeste de Rio de Janeiro unas 10 mil personas viven en esos condominios levantados por el gobierno. Son como búnkeres, como countries para pobres, y sus habitantes provienen mayoritariamente de las favelas. La siguiente es una crónica de la vida en uno de ellos, el de Coimbra.
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