martes, 9 de noviembre de 2021

ODS 11: a este ritmo no llegamos…

Por José Antonio Artusi

El Domingo 31 de Octubre se celebró el Día Mundial de las Ciudades, iniciativa de ONU Hábitat que tiene como objetivo promover el interés de la comunidad internacional en la urbanización sostenible, e impulsar la cooperación para abordar sus desafíos. Un buen momento para pensar en las ciudades que tenemos, las ciudades que queremos, y cómo  reducir la brecha entre nuestra realidad y nuestros objetivos. En 2015 los países de Naciones Unidas adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo. Cada objetivo tiene metas específicas para el 2030. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son 17, y el 11 consiste en “lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”. Veamos sólo la primer meta, y reflexionemos acerca de la posibilidad de cumplirla en la Argentina: “De aquí a 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales”.  

Tenemos un enorme déficit habitacional. En 2016 se estimó en 3,8 millones de hogares (1,6 cuantitativo y 2,2 cualitativo). Ese mismo año el Registro Nacional de Barrios Populares relevó más de 4.400 villas y asentamientos informales. Se trata de millones de conciudadanos privados del acceso a una vivienda adecuada. La pandemia puso de relieve este drama y lo acentuó aún más. La consigna "quedate en casa" pudo resultar más o menos aburrida y cansadora para los que tenemos una vivienda confortable y bien localizada, pero pudo a la vez ser una verdadera pesadilla para quienes viven hacinados en espacios carentes de los más mínimos atributos que debería tener una vivienda que merezca ese nombre. Los déficits habitacionales de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad constituyen uno de los eslabones del círculo vicioso de la reproducción del hábitat de la pobreza, e interactúan con los demás componentes de ese ciclo, reforzándose mutuamente, para configurar condiciones que tienden a dificultar cada vez más la posibilidad de salir de esa situación e iniciar un camino de movilidad social ascendente. La pandemia y las ineficientes medidas del gobierno para enfrentarla agudizaron todavía más la pobreza, como lo acaba de mostrar crudamente el INDEC. Pero el déficit habitacional no afecta sólo a los más pobres, también golpea a amplias franjas de la clase media, sobre todo a los jóvenes, que muchas veces no encuentran ni en el mercado ni en el Estado la posibilidad de acceder a su primera vivienda. Es imposible revertir ese déficit haciendo más o menos lo que venimos haciendo desde hace décadas. Es imperioso cambiar de manera estructural, poniendo en marcha políticas ambiciosas pero factibles, que articulen de la manera más eficaz posible los recursos ociosos que tenemos.

Algunos datos para dimensionar las respuestas al problema: la cantidad de viviendas terminadas por los institutos provinciales de vivienda (sumando las del programa FONAVI y las de los “programas federales”) viene decreciendo desde la década del 90, y en la última década se terminaron menos viviendas que en la del 80. Al déficit habitacional lo medimos en millones, y a las respuestas para solucionarlo en decenas de miles. Y las perspectivas para el 2022 no parecen las mejores. Un reciente informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia señala que “la reducción presupuestaria destinada a revertir el grave déficit habitacional en barrios populares, las sub-ejecuciones del año en curso y los cambios de estrategia en términos de abordaje, suponen una regresión en la agenda vinculada a garantizar un hábitat digno para las poblaciones más vulnerabilizadas”. La meta 1 del ODS 11 parece difícil de lograr, aunque no es imposible. Se requiere un diagnóstico adecuado, voluntad política concertada, y estrategias coherentes aplicadas con continuidad en el tiempo. Cómo? Será tema de un próximo artículo.

Publicado en el diario La Calle el día Sábado 6 de Noviembre de 2021.-

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